Hace ya siete años desde que 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunieron para definir y presentar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que pretendían y pretenden hacer frente a las desigualdades del mundo y a los efectos devastadores que ya está teniendo el cambio climático.
Como cada septiembre, las entidades lasalianas — Edificando CN, PROIDE, PROYDE-PROEGA, PROIDEBA, Solidarietà Internazionale (Italia), Sopro (Portugal), Semil (Francia), La Salle International (EEUU, Canadá) y PROYDE — además de SED, Proclade y Proclade Yanapay, y gracias al apoyo económico de la empresa McYadra, presentan la nueva campaña de sensibilización que se seguirá y apoyará durante el nuevo curso que apenas comienza.
Este año, la campaña se centra en el ODS6: Agua Limpia y Saneamiento. El agua es el elemento principal de la vida, fundamental para las personas y para el resto de seres vivos. Es, sin duda, un recurso esencial para las sociedades y culturas del mundo entero.
Pero… ¿qué sabemos sobre el agua?, ¿cuántas personas tienen acceso a este recurso?, ¿estamos cuidando este bien universal?
El agua sucia no puede lavarse, por eso, es fundamental concienciar sobre la importancia de proteger y cuidar el agua, puesto que no se trata de un producto de consumo, sino de un bien natural esencial para las generaciones futuras y para nuestro planeta. Cuidarla está en tus manos.
Según Naciones Unidas, la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y este porcentaje podría aumentar en los próximos años.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 trata de “garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas”. Las metas de este objetivo cubren tanto los aspectos del ciclo del agua, como los sistemas de saneamiento. Dado que el agua es un elemento crucial en muchas esferas de la vida humana, la consecución de este objetivo contribuirá al progreso de otros ODS, principalmente de aquellos relacionados con la salud, la educación, el crecimiento económico y el medio ambiente.
El acceso al agua.
El acceso al agua, saneamiento e higiene es un derecho humano, sin embargo, millones de personas siguen enfrentándose a diario a enormes dificultades para acceder a los servicios más elementales.
Igualdad y justicia de género.
En muchos países, las mujeres son las encargadas de traer agua a casa, a menudo en detrimento de la escolarización o el trabajo remunerado. El transporte constante de cargas pesadas y durante largas distancias conlleva riesgos sanitarios graves. Lo mismo ocurre con la falta de agua y de saneamiento, ya que cuando los miembros del hogar enferman, principalmente las mujeres asumen el cuidado de las personas.
El agua, ¿un bien universal?
El acceso básico al agua es un derecho universal. Sin embargo, el agua corriente es concebida como un producto comercial privado, sujeto a la especulación. Esto supone que muchas personas en situaciones vulnerables no puedan pagar por su acceso. Las grandes multinacionales priman su beneficio económico antes que la protección de los recursos, en ocasiones sobreexplotando acuíferos y vertiendo desechos al mar.
Además, necesitamos una nueva cultura del agua basada en el aprovechamiento. Darnos duchas más cortas, comprar ropa de segunda mano, asegurarnos de que la lavadora y el lavavajillas están cargados completamente, no tirar basura al retrete…
Recuerda que mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.
¿Se te ocurren otras formas de cuidar el agua?