El pasado sábado, 12 de junio, el personal docente, no docente y voluntarios/as del centro, recibió el distinguido reconocimiento por el trabajo realizado desde el comienzo de la crisis sanitaria.
Al término de la celebración de la Solemne Función del Sagrado Corazón de María, presidida por D. Juan Celio Jacinto del Castillo Espinos, se celebró el acto de entrega de la Insignia de Oro, que tuvo como motivación las palabras Hermano Mayor, D. Carlos Jiménez, que se dirigió así a la asamblea:
Queridos hermanos, seré breve en mis palabras, hoy tenemos la satisfacción de la concesión de la insignia de oro de la
Hermandad, que se concede a nuestros Hermanos en reconocimiento por su labor hacia nuestra corporación, siendo en esta ocasión hacia nuestros hijos y futuro de nuestra Hermandad.
Tal como ha leído nuestro secretario, se le ha concedido a la Comunidad del Colegio de la Salle San Francisco por su labor incansable en la gestión de la pandemia en su misión educativa y lasaliana.
En los 35 años de historia que tenemos, es la sexta que se concede, siendo la primera vez que se concede a un miembro de nuestra familia que no es una persona física, sino a una Comunidad de la que formamos parte. Como todos sabemos la pandemia que estamos sufriendo nos ha puesto patas a arriba a toda la sociedad, nos hemos visto obligados a cambiar nuestros hábitos cotidianos.
Desde luego, la educación ha sido uno de esos sistemas que más han tenido que adaptarse a tal circunstancia. En el primer estado de alarma tuvisteis que adaptarse en tiempo récord a la suspensión de las clases presenciales y terminar el curso escolar en la modalidad de on line, sin protocolos previos, sin pruebas y de un día para otro.
Gracias a vuestro esfuerzo sobrehumano, a las incontables horas destinadas a buscar recursos educativos, a una metodología novedosa que habéis tenido que utilizar, al contacto con alumnos y familias en horarios poco usuales, al esfuerzo por llegar al alumnado vulnerable en brecha social y digital y más cosas que seguro que se me olvida en el tintero, habéis conseguido que nuestros hijos terminará el curso más atípico que hemos conocido.
No podemos aquí olvidar la labor de apoyo que han tenido los padres y madres de los alumnos. Con el comienzo del curso llega la incertidumbre de cómo será y si se volverá a paralizar las clases presenciales. El reto que se os presentaba era grande. Durante el curso llegaron a nuestra localidad las dos oleadas más virulentas de esta pandemia, gracias al cumplimiento y el buen hacer de todos los protocolos sanitarios, el colegio ha sido uno de los sectores con menores casos de contagios, siendo mínima la transmisión en aulas.
Si algo no ha podido cambiar el virus, ha sido el carácter lasaliano, escuela cristiana y humana en la educación de los
niños y jóvenes, donde el centro es la persona. Prueba de ello lo podemos ver en los antiguos alumnos, aprovechan la mínima ocasión para presumir que han sido alumnos de la Salle.
Para finalizar quiero hacer una mención especial a los verdaderos protagonistas, que son los alumnos, por su ejemplar comportamiento en estos tiempos que corremos, con la tolerancia que lo están llevando, siempre con esa inocente
sonrisa que jamás podrá ocultar una mascarilla. Pienso en mi juventud y valoro esa actitud. Que sepáis, que para que todo lo que necesitéis, aquí tenéis a vuestra Hermandad Lasaliana.
Buenas noches y espero que recojáis este reconocimiento con los brazos abiertos
La Insignia de honor fue recibida por D.ª Rocío González Lorenzo, siendo la profesora de mayor antigüedad en el centro presente en la celebración y por nuestra alumna Irene Mejías, ambas en representación de toda la comunidad educativa del centro.
Desde aquí, queremos compartir con todos nuestro mayor agradecimiento y expresar nuestra gran emoción ante tal distinción.